o NOS HUNDIMOS TODOS o AYUDAMOS A ELUDIR EL "ICEBERG"
TAMBIEN NOSOTROS LOS SIMPLES CIUDADANOS DEBEMOS CUMPLIR.
No solo el Presidente de la Nación sino también los
gobernadores y los intendentes, deben cumplir con su parte.
Ellos no pueden, por un lado, plantear la idea de que es la
ciudad de Buenos Aires la que irradia el virus hacia el resto de la Argentina,
y por el otro no discriminar las cifras de cada distrito de la provincia.
No pueden decir, por un lado que, nos cuidan, y por el otro,
no registrar cuántos son los contagiados en todos los barrios carenciados y
populares, porque, según el ministro de Salud, eso sería estigmatizar a los
pobres.
Porque no puede, ni el Presidente ni el resto del
oficialismo, por un lado, decir que los que pretenden flexibilizar la
cuarentena están a favor de la muerte, son unos traidores a la patria o casi
unos asesinos.
“O se definen como un gobierno que cree en
el rol del estado para mejorarle la vida a la gente o usan los datos del estado
para escrachar a quienes no les caen simpáticos, como hicieron con las personas
y las empresas que aparecen recibiendo una compensación justa por haber sido
obligadas a dejar de producir por el propio estado.”
Esta semana volvió a verificarse lo obvio:
tras la cortina del coronavirus que tiene al país en jaque, Cristina Elizabeth
Fernández; viuda de Kirchner; y sus soldados mueven piezas para aliviar los
apuros judiciales de la señora. Y ya no es solo una cuestión de Alberto y Cristina,
ó de Perón y Eva... Esto es un déjà-vu.
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