viernes, mayo 29, 2020

Cristina y Alberto

Estaremos por conocer el algoritmo político por el cual dos positrones que se repelen, son capaces de juntarse por efecto de una votación?

¿ Hasta cuando pueden aguantarse mutuamente esta antinatural sumatoria de la naturaleza política argentina (Cristina y Alberto). ?

Desaparecerán ante la antimaterialidad de esta existencia?


La pregunta que atemoriza a inversores y contribuye a profundizar la recesión y la salida de capitales, es si la crisis económica y social que inexorablemente le espera a la Argentina en los próximos meses -con default o sin default-  terminará volcando finalmente todo el gobierno de Alberto Fernández a las opciones más radicalizadas que representa Cristina Elizabeth Fernández viuda de Kirchner , La Cámpora y los "científicos" del Instituto Patria.

El crecimiento del poder territorial y económico de los espacios de la expresidenta  en el Gobierno han sido evidentes, y todo indica que continuará batallando en ese camino.
Bastantes señales han aparecido en las últimas semanas en ese sentido, no solo en la agenda política, también la judicial, desde la liberación de presos hasta sugerir retoques en la Corte Suprema.

Ya no hay loteo horizontal del Gabinete en los organismos clave que controla la expresidenta: ANSES o PAMI, por caso. El Banco Central, Cancillería, la Comisión de Valores, Acción Social o Justicia son dependencias todavía no conquistadas del todo.

La cuestión es si la profunda crisis que sobrevendrá en la Argentina no terminará determinando que la nueva normalidad de Alberto Fernández sea finalmente la obra inconclusa de Cristina, aquello que la vicepresidenta anunció como el "nuevo contrato social" que viene a proponer. Más Estado, más impuestos, regular ganancias y modos de producción, dar batalla a los bancos y el capitalismo financiero, redistribuir ingresos desde el Estado y demás ideas son las que comparte la nueva generación que busca el poder.

La tentación por el mesianismo, la hegemonía y la disolución soterrada de las instituciones, es parte también de las ideas del “kirchenrismo”, y ninguna corporación privada es más influyente y decisiva que la temible corporación peronista, que extorsiona gobiernos propios y ajenos, y que constituye la verdadera oligarquía del país…


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