Veamos:
· Manuel Belgrano el propulsor. CREADOR
DE LA PRIMERA Escuela de ‘Agricultura’, porque “dependiendo de la riqueza
producida por el agro, se desarrollarían la industria y el comercio, para la
cual también preveía la creación de escuelas especializadas”.
· Alberdi el ideólogo, señalaba claramente que los establecimientos
de educación formal” … son, por sí solos, pobrísimos medios de
adelanto sin las grandes empresas de producción, hijas de las grandes porciones
de hombres" . (1) y (2)
· Bernardino Rivadavia: Con el primer intento
nacional de ejecución de un programa científico dentro de la enseñanza.
· Y… para D. F. Sarmiento, aparece muy clara la dependencia que existe entre todas las manifestaciones del "progreso" de una nación y la capacidad de los individuos que la componen. La educación pública -afirmaba- " ... no debe tener otro fin que el aumentar cada vez más el número de individuos que las posean". (3) .Lo peculiar de Sarmiento fue, además, insistir en la educación primaria por encima de cualquier otra, esto podría beneficiar a la clase media en tanto creaba mayor demanda de "maestros y otros técnicos asimilables a esa posición, o sea, a personas con su posición ocupacional u otras cercanas, entre las de la periodista'' (3)
Conceptualmente,
el hecho mismo de concebir la existencia de una relación positiva entre
educación y economía es propia de una sociedad que ha entrado en la fase de
tecnificación de sus actividades productivas.
El desarrollo de la educación en este marco cumplió, más que una función económica, una función política. "Un pueblo ignorante siempre votará por Rosas", sintetizaba Sarmiento … "El vulgo (que es decir casi todo el mundo) recibe sus opiniones ya hechas. Cuando la fábrica es mala, las recibe malas, que vale tanto como erróneas o poco favorables al bienestar de la sociedad"
En Argentina, la necesidad de contar con maestros formados surgió junto con el sistema educativo público.
Foto: Escuela Nacional N° 64.28 "El cajon de ginebra" .Chubut. 1922
El Estado argentino luego de que se lograra la integración territorial crea el Consejo Nacional de Educación (CNE) en 1881 y la sanción de la ley 1420 en 1884, que abrieron el camino hacia la institucionalización de un sistema público de educación centralizado. La ley ratificaba la laicidad, gratuidad y obligatoriedad de la educación primaria.
En 1889 había en Argentina 2,263 escuelas públicas, en 1932 este número se había multiplicado más de cuatro veces. El sistema estaba conformado por 10,063 escuelas primarias estatales, y había, además, 1,062 escuelas privadas.
En 1892 había en Argentina 7,054 maestros a cargo de la instrucción primaria estatal, de los cuales solamente 1,704 poseían título. Hacia 1930, las escuelas normales habían expedido un total de cincuenta mil diplomas entre profesores y maestros normales.
Las mismas historias de las escuelas normales se refieren a la heterogeneidad social de su alumnado. Según la historia escrita por uno de sus ex alumnos, ”a la 'Normal Mariano Acosta' de Capital Federal concurrían hijos de presidente, legisladores y ministros, pero también los de humilde cuna … hijos de changadores, faroleros, aguateros y costureras” (6).
En América Latina, el uso del sistema de monitores en lo que respecta a la educación básica y universal: es un sistema de educación que podría llegar a cubrir las necesidades de escolarización de la masa infantil pobre. Los líderes de la independencia sudamericana no ocultaban sus simpatías por el desarrollo del método. José de San Martín aconsejó su uso en Lima y Simón Bolívar -especialmente a través de la acción de Simón Rodríguez- intentó extenderlo a las escuelas de Caracas.
En 1868, y mientras inauguraba las obras de agua potable en Buenos Aires, Domingo Faustino Sarmiento advertía que esa mejora (el agua potable) es necesaria y excelente; “pero si no damos educación al pueblo, abundante y sana, a manos llenas, la guerra civil devorará al Estado y el cólera a la población”. (4)
En verdad, Sarmiento fue uno de los tantos tempranos entusiastas de las virtudes de la educación cuando se trataba de difundir entre la gente común las novedades de los modos higiénicos modernos.
(1) Juan B. Alberdi. “Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina” - La Cultura Argentina, Bs. As., 1915
(2) Idem (4)
(3) Domingo E Sarmiento, “Educación popular” - Lautaro, Bs. As.,
1948)
(4) D. F. Sarmiento, “Obras completas”, t. XII, pág. 103)
(5) Torcuat,o S. Di Tella: “Raíces de una controversia educacional en
la Argentina”. Fac. de Filosofia y Letras, Trabajo e Investigaciones del
Instituto de Sociología. Bs.As., publicación interna, nº 7
(6) Astolfi, 1974: 41;
Alliaud, 2007; Southwell, 2009.
o dejar destruyan, las visiones de
estos próceres que conformaron nuestra identidad.
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