Y ... ¿Qué haremos los Radicales?

Muerto Alfonsín, no ha aparecido un líder  
capaz de arracimar a los Radicales 

R. Alfonsin, Leandro Alem, R. Balbín, Arturo Illia, Moisés Lebensohn, Sergio Karkachoff, Hipólito Yrigoyen

Comentarios desde La VOZ RADICAL, Villa La Angostura

Hagamos un inventario de características principales de los últimos tiempos: 

Tenemos un nutrido grupo de posibles candidatos, de los cuáles es difícil pronosticar cual puede enamorar a los Radicales. Ni hablar por ahora, de enamorar a los argentinos. Tenemos tres gobernadores: Morales (Jujuy), Suárez (Mendoza) y Gustavo Valdés (Corrientes). Tenemos legisladores como Mario Negri, Alfredo Cornejo, Martín Losteau, Luis Naidenoff, y otros.

Pero tenemos también encima la caída de De la Rúa que nos expone en nuestra debilidad. ¿Alguien sabe quién lo impulsó a la precandidatura en vez de hacer una elección desde los afiliados? 

Los que estuvimos en el 83 en la interna, sabemos que la interna fortificó al partido y visibilizó nuestros recursos de dirigentes. E impulsó a Raúl Alfonsín. 

Luego probamos y abandonamos la centro izquierda de la experiencia FA/UNEN, que trocamos por seguir a Lilita y lo convalidamos con la decisión de Gualeguaychú. 

Ideológicamente incómodos, pero pragmáticamente exitosos, al día siguiente de la puesta en marcha de "Cambiemos" abandonamos las responsabilidades consecuentes sin exigencias, con una cierta vergüenza, o que nos expliquen qué.

Y nuestro presidente del partido, Ernesto Sanz, que había “puesto el cuero” en Gualeguaychú, desertó al poco tiempo. Suponemos que tuvo sus razones. Ahora dicen  quiere hacer campaña con María Eugenia Vidal. Se está poniendo amarillo?

Y pasaron los cuatro años del Macrismo, al cual algunos llamarán "Cambiemismo". 

Fue en los hechos, un gobierno del PRO, con unas pocas manos radicales, que empujaron noblemente un proyecto que no diseñamos, no evaluamos, no diagramamos, ni programamos.

Tampoco evaluamos las consecuencias. 

Ni siquiera tuvimos la sinceridad de recordarle al PRO, que sin nuestros muchachos que se pusieron su ropa de trabajo, recorrieron todo el interior profundo donde el PRO no existía, pueblo por pueblo, calle por calle, hogar por hogar, vecino por vecino, y lograron los votos que le permitió al partido, de moda entonces en la CABA, conducir la Nación.

No se había publicado ningún acuerdo previo de gobernabilidad, como en los sistemas parlamentarios. para participar de esa forma, en el gobernar. Y nosotros no lo reclamamos. No vengamos a llorar por no haber sabido negociar, pactar ni exigir. Fuimos vagón de cola.

Y en 2019 perdimos. Juntos perdimos. Y somos corresponsables. Los radicales, no nos habíamos hecho escuchar. 

El resultado sirvió para tabicar el acceso al poder de los K en el 2015. Y para entregarle al PRO el timón, las velas, las drizas, las cornamusas, la bodega, y hasta la sentina. No usamos la bomba de achique para ésta, y se fue llenando de agua para después (2019) naufragar.

Es que el error estuvo en ambos partidos: Al día de asumir Macri dijo “Ganó el PRO”, y el PRO dijo: “Ganamos” y nosotros dijimos “ganaron”. Todo mal.

En resumen, cuando hay alianza, es imprescindible compartir para participar. De esa idea, programa por programa, hombre por hombre, cargo por cargo. Y después honrar la alianza con comportamiento consecuente. No supimos hacerlo. Solo fuimos flojos.

Y digámoslo una vez más: Decir que gracias a la alianza con Macri se logró cerrarle el paso a Cristina & Co. como única alternativa, es por lo menos una mentira por contrafáctico. 

Y ahora no sabemos desde qué identidad vamos a establecer una nueva alianza, que a cuatro meses de las elecciones de renovación parcial, nos va a identificar. Tampoco hemos hecho acuerdos. 

Tampoco hemos consultado al protagonista principal: El afiliado radical. 

 Muy bien correligionarios. SUSCRIBIMOS ESTO COMPLETAMENTE!!! 

Aprendan nuestros DIRIGENTES, a "dirigir gentes" -y  NO  LO OLVIDEN, tampoco los de CAMBIEMOS-

Prospectos para dirigir la UCR, hay en todo el país, a buscarlos.

 Agradecemos la colaboración de Bernardo Sheridan y el Dr. José Bielicki, (Dip. Nac. mc)